Wednesday, May 09, 2007

Glenn Gould interpreta las Variaciones Goldberg.

Dentro del numeroso material videografico dedicado a Glenn Gould destaca, sobre todos, un cuidado video documental de una indudable calidad en el que se puede ver al pianista interpretando las Variaciones Goldberg de J. S. Bach.

Vemos al famoso pianista preparándose en el estudio para grabar la pieza que le hizo famoso, hablando sobre esta música con los técnicos, productores y respondiendo a las preguntas del entrevistador. Despúes, cuando Gould interpreta los temas, vemos una imagen llena de poder, pues al aspecto indudablemente caricaturesco del pianista se unen las manos de un auténtico virtuoso que nos permiten escuchar y ver una de las interpretaciones culminantes de la música grabada.

La calidad del video nos permite apreciar los dedos de Glenn Gould descifrando las voces de Bach. Esta interpretacion nos muestra las Variaciones Goldberg con la claridad que este contrapunto requiere. El virtuosismo del músico va unido a una transpariencia sin igual.

G. G. con su porte encorvado frente al instrumento, sus primitivas gafas de pasta, su descuidado aspecto, es el contrapunto perfecto a una música genial. Con Gould es dificil encontrar una interpretación donde se pueda escuchar y entender mejor a Bach. Ni siquiera los famosos canturreos del intérprete molestan al oyente. G. G., al acompañar las variaciones, demuestra que el no es un mero lector de la partitura, sino que comprende esta música y, así, nos la muestra en todo su esplendor.

Gracias a esta transparencia podemos entender que el "caos" al que llegan algunas de las variaciones es deliberado. Bach combina las notas de manera endiablada y este contrapunto fuera de su tiempo rivaliza con las músicas más modernas y vanguardistas.

Los dedos de Gould interpretan las voces por igual, es decir, se escuchan todas al mismo tiempo con la misma intensidad. Esta es, quizá, la única manera correcta de interpretar a Bach. Mostrar toda la información de sus contrapuntos dándole a cada parte la misma importancia. Esto hace que Bach, no solo requiera una lectura, sino una comprensión, por lo que al ser la música de Bach una forma compleja, el esfuerzo del intérprete no es solo técnicamente grande sino que requiere de un enorme esfuerzo intelectual.

Al final G. G. responde con naturalidad y relajado a las cuestiones que le hacen. Los brazos sobre la cabeza, las piernas en alto y estiradas. Tiene un hablar eléctrico y nervioso, como sus manos.

Su cara, poco elegante y su aspecto descuidado parecen esconder su inteligencia. Sus pequeños ojos revelan un caracter complejo que se sumerge entero en la música cuando se sienta frente al piano, haciendo desaparecer este aspecto caricaturesco. La parodia, entonces, da paso a la verdadera música.