Thursday, December 04, 2008
Friday, June 27, 2008
Thursday, April 03, 2008
Un piano vuelto del revés.
La música que escuchamos bajo una determinada forma no se comporta de una manera diferente a como lo hace culquier otra cosa. El oyente percibe la superficie y, en algún sentido, lo profundo queda invisible. Es decir, y esto es una perogrullada, lo que no se ve es invisible.
Y ahí nos encontramos con la siguiente característica de toda buena música. Generalmente lo que se escucha es simple y lo que no se escucha es complejo. De esta manera el público, que es el destinatario de la forma, reconoce con un aplauso el buen trabajo del compositor después de disfrutar de la audición. "Aunque no lo vemos", parecen decir los oyentes, "sabemos que bajo la aparente simplicidad de la exposición se encuentra un complejo y velado mecanismo. Muchas gracias señor compositor por su trabajo, ya se discutirá sobre él en otros foros." (Quienes discuten sobre esto son los analistas y, por cierto, no aplauden)
Un ejemplo para comprender esta exposición lo podemos encontrar en la herramienta fundamental de todo músico. El piano es muy facil de utilizar. Presionamos una tecla y suena una nota. Siempre suena, más piano o más forte, con pedal o sin pedal. No tiene mucho más
misterio. Pero si levantamos la tapa encontramos un complejo sistema de cuerdas dificil de descifrar, y nos preguntamos desconsolados como se hace para que el macillo golpee las cuerdas a la orden de un dedo. Eso no se ve.
Así concluimos que la música que busca impresionar al público con propuestas inasumibles es como un piano vuelto del revés. Tocando una cuerda sonaría una tecla.
Y ahí nos encontramos con la siguiente característica de toda buena música. Generalmente lo que se escucha es simple y lo que no se escucha es complejo. De esta manera el público, que es el destinatario de la forma, reconoce con un aplauso el buen trabajo del compositor después de disfrutar de la audición. "Aunque no lo vemos", parecen decir los oyentes, "sabemos que bajo la aparente simplicidad de la exposición se encuentra un complejo y velado mecanismo. Muchas gracias señor compositor por su trabajo, ya se discutirá sobre él en otros foros." (Quienes discuten sobre esto son los analistas y, por cierto, no aplauden)
Un ejemplo para comprender esta exposición lo podemos encontrar en la herramienta fundamental de todo músico. El piano es muy facil de utilizar. Presionamos una tecla y suena una nota. Siempre suena, más piano o más forte, con pedal o sin pedal. No tiene mucho más
misterio. Pero si levantamos la tapa encontramos un complejo sistema de cuerdas dificil de descifrar, y nos preguntamos desconsolados como se hace para que el macillo golpee las cuerdas a la orden de un dedo. Eso no se ve.
Así concluimos que la música que busca impresionar al público con propuestas inasumibles es como un piano vuelto del revés. Tocando una cuerda sonaría una tecla.
Publicado por AGK en 2:26 AM
Sunday, March 30, 2008
Varios.
Bernaola - Vivier - Weir - Sotelo
Pasó tiempo desde que se escucharon estas obras y por lo tanto no tenemos el rigor suficiente para proponer un comentario. Solo, siendo honestos, se puede dejar constancia de un recuerdo sencillo que, evidentemente, fue muy positivo.
Carmelo Bernaola - Omealdia: Obra compuesta en homenaje a Béla Bartók. "Fácil" de escuchar (en comparación de lo que estamos acostumbrados a escuchar). Muy bonita.
Judith Weir - String Quartet: Ligerísimos acompañamientos como el pan de oro. Lirismo.
Mauricio Sotelo - Wall of light black - for Saen Scully.
Claude Vivier - Paramirabo: Su trágica y temprana muerte junto el gran talento de este músico canadiense pueden convertirle en un auténtico mito.
Pasó tiempo desde que se escucharon estas obras y por lo tanto no tenemos el rigor suficiente para proponer un comentario. Solo, siendo honestos, se puede dejar constancia de un recuerdo sencillo que, evidentemente, fue muy positivo.
Carmelo Bernaola - Omealdia: Obra compuesta en homenaje a Béla Bartók. "Fácil" de escuchar (en comparación de lo que estamos acostumbrados a escuchar). Muy bonita.
Judith Weir - String Quartet: Ligerísimos acompañamientos como el pan de oro. Lirismo.
Mauricio Sotelo - Wall of light black - for Saen Scully.
Claude Vivier - Paramirabo: Su trágica y temprana muerte junto el gran talento de este músico canadiense pueden convertirle en un auténtico mito.
Publicado por AGK en 2:38 AM
Tuesday, March 04, 2008
Monday, February 04, 2008
Mártires del sensualismo.
Cuenta Ortega en sus Meditaciones del Quijote que allá por el S. I Pasíteles, el famoso escultor romano, fue devorado por la pantera que le servía de modelo. El sonido, oscuro y silencioso, es el felino y nosotros, descendientes del artista, somos mártires del sensualismo.
Publicado por AGK en 3:14 AM
Thursday, January 03, 2008
Un toque de humor.
Dedicado a los que todavía piensan que la Musicología es una actividad seria...
Fragmento extraido de "La música medieval" de Richard H. Hoppin (Richard H. Hoppin, La música medieval, Madrid, Ediciones Akal, 2000.)
"Dado que en español a veces se entiende por «plica» la línea que se une hoy a la cabeza de la nota (...) denominaremos a ésta «trazo» (...) Algunos investigadores (...) prefieren hablar de «cauda» (...) pero puesto que «cauda» tiene otros significados en la música medieval hemos preferido hablar de «trazo». La solución (...) que habla de «palo» (...) incluso de «rabo» nos parece impresentable. (N. del T.)"
Fragmento extraido de "La música medieval" de Richard H. Hoppin (Richard H. Hoppin, La música medieval, Madrid, Ediciones Akal, 2000.)
"Dado que en español a veces se entiende por «plica» la línea que se une hoy a la cabeza de la nota (...) denominaremos a ésta «trazo» (...) Algunos investigadores (...) prefieren hablar de «cauda» (...) pero puesto que «cauda» tiene otros significados en la música medieval hemos preferido hablar de «trazo». La solución (...) que habla de «palo» (...) incluso de «rabo» nos parece impresentable. (N. del T.)"
Publicado por AGK en 3:23 PM
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