La música religiosa medieval
Las formas estéticas hacen que las músicas sean reconocibles en un tiempo y en un lugar.
La música religiosa medieval es un misterio estético. Su simplicidad de medios, un coro de voces, hace que la elaboración musical sea muy grande. Por un lado esta música es muy sencilla y por otro es muy refinada.
La finalidad de la música religiosa del medioevo es transmitir el mensaje religioso cristiano. Para ello se vale de la forma definida de la misa cristiana. Su mensaje es cantado en Latín. El exceso polifónico tiene como consecuencia el hecho de que la palabra pierde protagonismo en favor de la polifonía. El mensaje religioso se transmite, pues, de manera indirecta ya que, al hecho de la cada vez más dificil comprensión del Latín, se une la pérdida de protagonismo de la palabra en favor de la música.
Sin embargo la sensación que nos transmite esta música polifónicamente compleja es que se trata de una música muy "armoniosa". Esta palabra puede llevar a cierto engaño, ya que la Armonía todavía se encuentra en un estadio muy primitivo. Los acordes se suceden sin un objetivo muy claro. La tonalidad no se afirma contraponiendo disonancias sino que podríamos decir que toda la música es una tónica ampliada. No hay conflictos armónicos. Esto hace que estas músicas tengan un efecto "narcotizante". Todo fluye sin cambiar. La polifonía es constante pero no hay conflicto. La tonalidad se congela y se llega a una especie de paraiso armónico del que no se quiere salir. Esta música ayudada por la indudable belleza vocal y por la trascendencia de los auditorios donde el sonido puede reverberar incomparablemente alcanza un cielo donde las nubes son siempre diferentes y siempre iguales. El mensaje religioso, en este sentido, se consigue transmitir plenamente.
Ahora viene el momento de comentar el misterio de esta música. Toda la música suele ser facilmente, reconocible como "hija" de un tiempo y un lugar. Sin embargo esta música se acerca a una especie de abstracción mayor. Es fácil asociarla a lo religioso, pero se hace dificil su vínculo con un tiempo y un lugar...
La música religiosa medieval es un misterio estético. Su simplicidad de medios, un coro de voces, hace que la elaboración musical sea muy grande. Por un lado esta música es muy sencilla y por otro es muy refinada.
La finalidad de la música religiosa del medioevo es transmitir el mensaje religioso cristiano. Para ello se vale de la forma definida de la misa cristiana. Su mensaje es cantado en Latín. El exceso polifónico tiene como consecuencia el hecho de que la palabra pierde protagonismo en favor de la polifonía. El mensaje religioso se transmite, pues, de manera indirecta ya que, al hecho de la cada vez más dificil comprensión del Latín, se une la pérdida de protagonismo de la palabra en favor de la música.
Sin embargo la sensación que nos transmite esta música polifónicamente compleja es que se trata de una música muy "armoniosa". Esta palabra puede llevar a cierto engaño, ya que la Armonía todavía se encuentra en un estadio muy primitivo. Los acordes se suceden sin un objetivo muy claro. La tonalidad no se afirma contraponiendo disonancias sino que podríamos decir que toda la música es una tónica ampliada. No hay conflictos armónicos. Esto hace que estas músicas tengan un efecto "narcotizante". Todo fluye sin cambiar. La polifonía es constante pero no hay conflicto. La tonalidad se congela y se llega a una especie de paraiso armónico del que no se quiere salir. Esta música ayudada por la indudable belleza vocal y por la trascendencia de los auditorios donde el sonido puede reverberar incomparablemente alcanza un cielo donde las nubes son siempre diferentes y siempre iguales. El mensaje religioso, en este sentido, se consigue transmitir plenamente.
Ahora viene el momento de comentar el misterio de esta música. Toda la música suele ser facilmente, reconocible como "hija" de un tiempo y un lugar. Sin embargo esta música se acerca a una especie de abstracción mayor. Es fácil asociarla a lo religioso, pero se hace dificil su vínculo con un tiempo y un lugar...